El cuadro representa la adoración de los Reyes Magos según la tradición cristiana que concreta su nú ero en tres y, a partir del siglo XIV, imagina a Baltasar de color negro,
ofreciendo tres regalos al al Niño Jesús: oro
como rey, incienso como Dios y mirra como hombre, tras haber tenido noticia de
su nacimiento gracias a la estrella
de oriente. Con los tres magos, la Virgen y el Niño, Velázquez pinta a San José
y a un paje y a un paje, con los que llenaprácticamente toda la superficie
del lienzo y deja solo una pequeña abertura a un paisaje crepuscular en el
ángulo superior izquierdo. La zarza al
pie de María alude al contenido de su meditación, expresada en el rostro
reconcentrado y sereno.
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